Policía de Estados Unidos le disparó a un niño con autismo mientras sufría una crisis
Linden Cameron de 13 años, sufrió heridas graves tras recibir varios tiros.

El viernes pasado Linden Cameron, un adolescente estadounidense de 13 años, sufría una crisis nerviosa derivada del síndrome de Asperger, un trastorno del desarrollo dentro del espectro autista. Su madre, Golda Barton, llamó al 911, el teléfono de emergencias para que la ayudara a hospitalizarlo.
Lejos de conseguir apoyo, el joven Linden recibió los balazos de un agente que se presentó en su casa. Ahora está internado en estado grave con heridas en el intestino, la vejiga, los hombros y los tobillos. "Tiene problemas mentales", declaró entre lágrimas la madre a una televisión local. "¿Por qué no lo agarraron y ya está?".
"No importan las circunstancias, lo sucedido el viernes es una tragedia y espero que se lleve con celeridad y de manera transparente por el bien de todos los implicados", aseguró en un comunicado el alcalde de Salt Lake City, el demócrata Erin Mendenhall.
Según el relato de Golda Barton, cuando la policía llegó a su casa le pidieron a ella que saliera. Desde fuera escuchó a los agentes instar a su hijo a que se pusiera en el suelo. Después, sonaron los disparos. Un portavoz de la policía señaló esa misma noche que los agentes sospechaban que el joven iba armado.