Los Ruaj: El rugby como herramienta solidaria y humanitaria
Joaquín Risso, joven voluntario y preparador físico del equipo cuenta los objetivos de la fundación que busca oportunidades e reinserción laboral para quienes cumplen una condena.

Joaquin es un estudiante avanzado en la carrera de educación física en el IPEF y a su vez realiza un voluntariado como preparador físico en el equipo de rugby Ruaj. La fundación posee cuatro pilares donde cada uno ayuda a los presidiarios a desarrollar ciertas actividades. La semana se encuentra segmentada con un propósito cada día, donde el rugby busca aplicar valores.
También desde la Fundación Ruaj hay actividades espirituales en la parroquia del Barrio de Urca. A su vez, se obliga que el carcelario estudie sobre alguna temática y se lo ayuda en la reinserción laboral para su futuro.
El propósito del nombre Ruaj tiene un significado en hebreo “soplo del Espíritu Santo”, es un camino que parte del hombre viejo hacia el hombre nuevo. Pero para el estudiante es ”una gran familia, es un cable a tierra, un lugar que me da una libertad interior y a los chicos una libertad más tangible”, definió el joven.
Todo comenzó hace 3 años cuando se fundó con la idea de lograr actividades didácticas ligada una de ellas en el deporte, más específicamente en el rugby. Esta idea está unida con el acompañamiento de la Fundación Espartanos, que se ubica en la provincia de Buenos Aires. El proyecto le llegó a Joaquin gracias a un amigo y él no dudo en dar la iniciativa.
El rol que se le designó fue de voluntario y esto conlleva una serie de objetivos como “mejorar como sociedad, logrando una reinsercion laboral y que no se estigmatice al presidiario que sale en libertad”, comentó Joaquín. Por ende este proyecto está enlazado en lograr la inserción de la religión en la cárcel, más específicamente situada en Bouwer- Córdoba.
En cuanto a la composición del equipo deportivo, incluye a los presidiarios de todos los pabellones y tiene como condición ir a la “Casa de la Palabra”, que es la capilla de la iglesia católica. Pero a su vez aquellos que no sean católicos pueden ir igualmente a dicho lugar e integrar el equipo de rugby. De modo que, no solo está relacionado exclusivamente a esta creencia, pero “nace desde la iglesia católica el proyecto”, comentó Joaquín.
Ahora bien, para el joven planear, dirigir y lograr un respeto en base a un trabajo deportivo hacia los presidiarios, fue un “desafío personal muy grande”, expresó, pero siempre sabiendo que consiste en un proyecto espiritual. A veces con incertidumbre, pero logrando un “salto al vacío” buscando un confianza plena y con la certeza que era el lugar donde hacía falta un poco de Dios.
El joven a su vez recuerda que desde el primer día le pasaron cosas maravillosas e increíbles, donde no olvida las palabras de un chico en una ronda final que le dijo; “Gracias por estas horas de libertad y por un día más de vida”.
En relación al plano de competición deportiva de Los Ruaj todo arrancó a fines del 2017, donde se enfrentaron a un equipo de chicos de diferentes clubes de Córdoba y luego disputaron el tercer tiempo todos integrados compartiendo ese momento.
Más adelante, el segundo encuentro fue contra Águilas del Imperio, en la cárcel de Río Cuarto pertenecientes a la fundación Espartanos. Finalmente, el último encuentro fue un cuadrangular donde participaron cuatro cárceles de Córdoba con equipos de la fundación, y fue una experiencia “increible, muy lindo”, comentó Joaquín.
Si bien el preparador físico ya lleva un proceso de tres años con Los Ruaj, los cambios y avances que se han podido visualizar en la personalidad de cada uno de los integrantes del equipo y destacó que: ”el sentido de pertenencia fue lo que generó más impacto en los chicos, sentirse una familia entre todos”.
Todos los días de Joaquín junto a Los Ruaj le han generado impresiones, valores y experiencias significantes, y en viceversa. “El trabajo en equipo, el esfuerzo, el compañerismo, la hermandad, la familia y el pelearla contra todo, son los valores que más me aportan a mi y a los chicos en el rugby”, expresó el profesor. A su vez, el joven siente que aporta “energía, buena onda,alegría y esfuerzo”.
Si bien el “ayudar a un preso” está visto de reojo por un segmento de la sociedad, el joven cordobés nos explica porque hay que romper con ese paradigma.”Hoy está muy mal visto ayudar un preso, pero yo creo como sociedad existe una gran ausencia del Estado hacia ellos”, expresó Joaquín, debido a que los presidiarios que cumplen este proceso deberían salir renovados .
El estudiante de Educación física además detalló que los propios presidiarios consideran a la cárcel como “Escuela de delincuencia”, donde terminan aprendiendo más cosas sobre drogas o robos. Desde la fundación se proponen revertir esa mira. El objetivo es que el preso cumpla la condena y cuando salga se sienta renovado, y con las aptitudes y conocimientos básicos para una buena reinserción laboral.
Finalmente, el profesor les envía un mensaje a todas y todos aquellas/os que quieran, puedan o tengan las ganas de colaborar, con un breve mensaje: ”Creo que no es una experiencia de vida sino muchas y estas te ayudan a formarte como persona y sobre todo espiritualmente. Si bien son personas que tuvieron sus errores y caídas, no les han otorgado una segunda oportunidad. Por ende, ayudarlos es ayudar a darle esa oportunidad, que tanto el estado como la sociedad los tiene olvidados, y ellos más que nadie la necesitan”.
Para más información podés ingresar:
Instagram: Ruaj Rugby.
Página web de la Fundación Espartanos: https://www.fundacionespartanos.org/