En la edición de la pandemia, la Copa Libertadores de América quedó en manos de Palmeiras . En un partido que no estuvo a la altura de las expectativas el primer tiempo se diluyó sin emociones concretas y con un bajo nivel de ambos conjuntos.

Por ser dos equipos locales que habían demostrado gran poderío y mucha llegada al gol, en una final dentro del mítico Maracaná de Brasil la vara era alta. Sin embargo, fue un partido con muy pocas llegadas, trabado, y con poco fútbol tanto por parte de Santos como del nuevo campeón.

En todo momento el juego fue equilibrado, y aunque hubo roces y expulsiones, no fue violento.  Fuera del estadio de San Pablo,  la historia fue diferente:  Hubo una feroz pelea entre hinchas del Verdao y de Corinthians que terminó con un simpatizante del Timao muerto y otro herido de bala que fue trasladado al hospital, en estado grave.  La policía militarizada intervino en el lugar y fueron detenidos en total veintidós personas.

En cuanto al gol, llegó a los 9 minutos de adición en el segundo tiempo (Hubo 8 minutos, pero por interrupciones se fueron ampliando). En el complemento la historia no cambió mucho; el partido no ofreció demasiado y sobre el final llegaron las emociones.

Cuando todos los caminos indicaban que el encuentro se iba al tiempo suplementario, luego del centro de Ronny,  llegó el gol de Lopes conectó de cabeza por detrás de la defensa, marcando el golazo que le dio la victoria de  Libertadores al Palmeiras.

Brasil suma su segundo campeón consecutivo, tras Flamengo en el 2020, con la particularidad de que ambos contaron con técnicos portugueses en sus bancos.